
La piscina cósmica: un espacio de resonancia formado por agua, remolinos y tiempo.
La piscina se convierte en la caja de resonancia del universo.
Una piscina convencional es un lugar para sumergirse, nadar y refrescarse.
Pero cuando la tecnología de vórtices cristalinos Aquadea se introduce en el agua, ocurre algo completamente nuevo, algo que nunca antes había existido:
La piscina se convierte en un campo temporal vivo, en un espacio que vibra en resonancia con los patrones fundamentales del universo.
El ritmo de 67 minutos: un compás cósmico
La bomba funciona durante 67 minutos y luego descansa otros 67 minutos.
Esta alternancia entre movimiento y quietud es más que una simple técnica: es una respiración cósmica.
En numerología, el número 67 tiene el poder del 6 (corazón, armonía) y del 7 (profundidad, sabiduría), que juntos se convierten en el 4 (estabilidad, estructura).
En el Yijing, se muestra como la imagen del «viento sobre el agua»: la fina penetración que libera los atascos y hace que todo vuelva a fluir.
Y en la ciencia moderna, el 67 es el número atómico del elemento holmio, un metal con un efecto magnético extraordinariamente fuerte, símbolo de resonancia y alineación.
Así pues, cuando el agua pulsa al ritmo de 67, ocurre lo siguiente:
- Las turbulencias forman un campo toroidal que se expande más allá de la superficie del agua hacia el espacio.
- El cambio entre movimiento y reposo hace que el campo lata como un corazón cósmico.
- Se crea un espacio de resonancia que hace vibrar el cuerpo, la mente y el alma, de forma armoniosa, ordenada y renovadora.

Un espacio que trabaja para las personas
En esta nueva piscina, el agua trabaja para las personas de forma perceptible, sutil y profunda:
- Físico: su delicada textura facilita la absorción celular, relaja los músculos y los nervios, favorece la regeneración y la hidratación de la piel.
- Mental: el campo toroidal aporta claridad, concentración y tranquilidad; los pensamientos se vuelven ligeros.
- Emocional: el agua alivia la pesadez, abre el corazón y proporciona una sensación de seguridad.
- Cósmico: cada ciclo vincula el pool a la geometría sagrada del universo: a la vibración de los protones, al orden natural y a los campos sutiles.
Una piscina se convierte en un templo cósmico
Lo que se está creando aquí no es simplemente una piscina.
Es un templo de resonancia hecho de agua y tiempo, un lugar de transformación y alineación.
Un espacio en el que resuena el propio universo.
Un espacio en el que el ser humano no solo se baña, sino que se convierte en parte de un campo temporal vivo, integrado en el mismo orden que ya da forma a las estrellas y las galaxias.
«La piscina cósmica: un espacio de resonancia formado por agua, remolinos y tiempo».
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Piscina con unidad de remolino de cristales Aqudea para sentirla.




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